✅ Niveles, objetivos y criterios de planificación (Sistemas Operativos)

Hola el día hoy veremos la forma en que nuestra computadora se organiza para llevar acabo todas las tareas que tiene que realizar. Como todos sabemos, la mejor manera de realizar una tarea es planificando las acciones que se llevaran acabo (otra cosa es que nada salga como lo planeado pero bueno esa es otra historia).

Así como nosotros planeamos lo que vamos hacer, digamos a lo largo de nuestro día a día, lo mismo sucede con nuestros ordenadores, estos tienen su propia manera de planificar sus tareas y jerarquizar sus acciones.

Pero antes que nada creo que debemos definir el concepto de planificación, esta puede ser definida como una estrategia orientada a lograr algún objetivo en concreto (hasta en los sistemas computacionales vemos necesario el uso de la administración).

En el caso de un Sistema Operativo es el proceso por el cual se selecciona que proceso ejecutar haciendo referencia al conjunto de políticas y mecanismos que gobiernan el orden en que se ejecutan los trabajos que ha de realizar nuestro sistema informático. La selección del proceso se basa en alguno de los algoritmos de plantificación.

Veamos estos tipos de algoritmos de planificación:

Planificación a Largo Plazo:

Este planificador está presente en algunos sistemas que admiten además de procesos interactivos trabajos por lotes. El objetivo primordial del planificador a largo plazo es el de dar al planificador de la CPU una mezcla equilibrada de trabajos, tales como los limitados por la CPU (utilizan mucho la CPU) o la E/S. Así, por ejemplo, cuando la utilización de la CPU es baja, el planificador puede admitir más trabajos para aumentar el número de procesos listos y, con ello, la probabilidad de tener algún trabajo útil en espera de que se le asigne la CPU. A la inversa, cuando la utilización de la CPU llega a ser alta, y el tiempo de respuesta comienza a reflejarlo, el planificador a largo plazo puede optar por reducir la frecuencia de admisión de trabajos.

Normalmente, se invoca al planificador a largo plazo siempre que un proceso termina. La frecuencia de invocación depende, pues, de la carga del sistema, pero generalmente es mucho menor que la de los otros dos planificadores. Esta baja frecuencia de uso hace que este planificador pueda permitirse utilizar algoritmos complejos, basados en las estimaciones de los nuevos trabajos.

Planificación a Mediano Plazo:

El planificador a medio plazo es el encargado de regir las transiciones de procesos entre memoria principal y secundaria, actúa intentando maximizar la utilización de los recursos. Por ejemplo, transfiriendo siempre a memoria secundaria procesos bloqueados, o transfiriendo a memoria principal procesos bloqueados únicamente por no tener memoria.

Planificacion a Corto Plazo:

Este define si un proceso será el que se ejecutará en el procesador en el instante siguiente. Este método se basa en expulsiones, una expulsión denota si un proceso acapara el procesador cuando está ejecutándose. Existen sistemas con y sin expulsión:

a) Sin expulsión: un proceso conserva el uso del procesador mientras lo desee; es decir, mientras no solicite del SO un servicio que lo bloquee. Ventajas: minimiza tiempo de planificación. Inconvenientes: un proceso podría monopolizar el uso del procesador.

b) Con expulsión: el SO puede desalojar a un proceso del uso del procesador (sin que el proceso lo haya solicitado). Ventaja: control sobre el tiempo de ejecución de cada proceso. Inconveniente: gasto de tiempo.

En fin todos estos tipos de planificación se llevan a cabo de manera simultanea con cierto grado de cooperatividad con el propósito de que todo proceso se realice dentro del ordenador de la forma mas equitativa, mejorando la experiencia del usuario, alcanzando ciertos objetivos como:

Justicia: Al ejecutar toda tarea según el tiempo destinado para ello y de acuerdo al grado de importancia del proceso.
Máxima capacidad de ejecución: Al realizar la mayor cantidad de tareas en un lapso de tiempo.
Máximo número de usuarios interactivos: Al poder ofrecer una buena experiencia a varios usuarios.
Predecibilidad: Al llevar un control sobre la forma en que se seguirán ejecutando los procesos al termino del proceso actual.
Minimización de la sobrecarga: Al evitar el congestionamiento de procesos en el CPU.
Equilibrio en el uso de recursos: Al gestionar de manera equitativa los recursos y tiempos del sistema.
Seguridad de las prioridades: Al respetar la jerarquía e importancia de los procesos a realizar.
Evitar la postergación indefinida: Evitando la acaparación de un proceso en el CPU por una tarea.